Manuel Onis, desordenado.


Por esas cosas que tiene la Internet, las noches sin sueño y los oidos bien predispuestos llegué, sin querer claro está, a este discazo de Manuel Onis.
Mi espíritu egoísta se tentó, pero no pudo con tanta cadencia, tanta armonía, tanta sonoridad suave pero energizante y aquí lo comparto con el mundo...
... Si, si, ya se... Esto ya estaba en la Internet (ventanal del mundo) antes de que yo lo expusiera, pero por estos momentos lo siento mío, como si Onis lo hubiese escrito para mi. Así que... ¡Gracias, Manuel!