Jazz







Las millones de milésimas de segundos
que se sucedieron en una extendida pero incansable espera explotan alrededor mío y me imantan, me traen, me llevan.
Sin miedo y con la vehemencia de mi propia inmadurez, de mi propia infatuación por lo que supo ser inviable, escribo con los ojos en tu espalda.
Por ósmosis o por convicción,
impregname de vos, voz especiada,
pelo revuelto, elipse perfecta.