Some week...

Vaya semana.

Hubo de todo.
Diamante y ramo de globos en mi pelo.
Leonard Cohen por aquí, Leonard Cohen por allá.
Ignotez en la reserva.
Lágrimas de diamantes.
Bruma abruma.
Pequeñeces.
Blonda beldad con halo de miel y río.
Verónica Castro.
Fluidez.

Por eso, muchachines y muchachinas, me voy a hacer la plancha.

Sos un desubicado, nene.

El no es de este lugar, su mirada está en otro lugar.
Y sus ojos piensan en la luna, porque no se queda con ninguna.
El no es de este lugar, puede correr pero no sabe hablar.
Ha dejado de entender todos los nombres que aprendió.
Porque su lugar es cualquier otro.
Porque nunca está en su lugar.

Al final, no sabe, no puede y jamás van a reirse de lo que diga porque nadie entiende nada.
No sabe donde esta, hoy le quisieron explicar.
Va preguntando a todos partes "¿Y esto qué es?"

Porque todo lo que conoce, sólo es una parte de lo que verá
Porque todo lo que conoce, sólo es una parte de lo que será.

20:30 pm

Hoy finalmente sucedió. Lloré.

La Funeraria

Ir al teatro en Buenos Aires puede llegar a ser una bendición. O no.
¿Cuantas veces nos hemos llevado un porrazo con obras berretas y pretensiosas?
O peor aún, ¿con qué dinerosidad hemos tenido que contar para ver algo bonito, bien interpretado y armoniosito?
¡Basta de interrogantes contestados desde la diversidad de nuestra experiencia!
He aquí una bien lograda y mortuoria obra. He aquí la síntesis de esas cosas que buscamos en la cuestión teatreril: buenas actuaciones, tickets accesibles, buen y delirante storyline.