Divido mi cuerpo por sus partes más geométricas.
Estoy llena de triángulos, círculos y cuadrados.
Triángulos-flecha que apuntan en una misma dirección,
imantados por la curiosidad de no mirar atrás.
Cículos de autoindulgencia, femeneidad y genética pura.
Cuadrados de protección, mi miedo al cambio.