El Abrazo de Iván P.

El jueves fue la despedida. La ceremonia.
De esas que detesto. Fue al mejor estilo "Little Miss Sunshine".
Yo fui algo así como el grandpa.
Miraron con caras de espanto.
El pequeño Olive se fue al recarajo.
Hubo gente que lo aplaudió. Y no fuimos pocos.

Y en medio de todo y de todos ahí estaba él. Sus rulos rubios y su sonrisa vasta.
Sus gafas doradas escondían ojos que brillaban por demás.
Se acercaba, le dí su premio. Ese que se ganó por tercera vez consecutiva.
Y ahí vino. EL ABRAZO. Fue dulce e inesperado.
Me llenó los brazos con su calidez de niño.
Los rulos quedaron acomodados y sus manitas no me querían soltar.
Y ahí sentí la inocencia en estado puro.

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